Como humano soberano, siempre he creído en mi estrella de la suerte. 20 años fueron necesarios para realizar mi sueño: devolver a nuestro mundo su humanidad. Invencible, irrastreable, impenetrable, todos mis cuerpos y todos mis sentidos están protegidos. No soy ni destructible ni discernible. Para participar en el éxito del modelo #WeShare, haz clic en el +. Regis